¿Te consideras una persona amable?

Descubre la importancia de la amabilidad y aprenda nuevas formas de ser más amable.

El acto de ser amable se utiliza a menudo como sinónimo de ser agradable. Mientras que el ser agradable implica un nivel de comportamiento placentero o chévere hacia otra persona, la amabilidad lleva lo agradable un paso más allá. La amabilidad se puede definir como una forma genuina y sincera de dar tu tiempo e intención a otra persona a través de la compasión, el tiempo, la generosidad y el cuidado para mejorar la ayuda a los demás. La amabilidad se puede mostrar de varias maneras. Algunas ideas pueden incluir ofrecer apoyo emocional, dar tiempo a alguien o a una causa, mostrar respeto, animar a otra persona, proporcionar recursos o algo tan simple como simplemente estar ahí cuando alguien te necesita.

Las investigaciones sugieren que mostrar amabilidad no solo hace que la persona con la que estamos siendo amables se sienta bien, sino que también ayuda a nuestro propio bienestar. A continuación, te presento algunos beneficios que nos da el ser amables:

  1. Aumenta la felicidad. Se ha demostrado que la amabilidad aumenta el bienestar subjetivo y mejora el estado de ánimo. Cuanto más amables somos, más tendencia a sentir emociones positivas tenemos.
  2. Potencia las relaciones sociales. Las personas que muestran amabilidad son más propensas a desarrollar conexiones genuinas con los demás y a sentirse satisfechas con las personas con quienes socializan.
  3. Promueve la oxitocina. La oxitocina, comúnmente conocida como la hormona del amor, es una hormona que puede apoyar la autoestima positiva. Nos ayuda a sentirnos más alegres, y también puede mejorar la salud del corazón al reducir el estrés.
  4. Reducir los estados de ánimo depresivos. Ser amable con los demás puede ayudarte a sentirte más segura de ti misma y con más energía, lo que puede elevar tu estado de ánimo y ayudar a minimizar los sentimientos de depresión.
  5. Produce el “helper’s high” (una sensación de bienestar que puede ocurrir después haber ayudado a otros a través de ser voluntario o con algún tipo de donación). Los investigadores han demostrado que cuando hacemos buenas acciones por los demás, los centros de placer y recompensa de nuestro cerebro se activan. Ser amable puede crear una oleada de energía positiva y elevarnos, y esto se conoce como “euforia del ayudante.”

Si bien puede parecer más fácil ser amable con las personas que conocemos, también tenemos la capacidad de mostrar amabilidad a alguien nuevo. Además, la amabilidad no siempre tiene que incluir gestos dramáticos de cuidado. Simplemente ser cortés, usar un tono cálido, dar una sonrisa o mostrar paciencia o gratitud a un extraño, puede ser suficiente.

Imagínate en el supermercado a las 5:30 pm un viernes. Estás lista para llegar a casa, ponerte ropa cómoda, comer algo y no puedes esperar para sentarte frente al televisor para la noche de cine. Tu lista de compras es pequeña, tal vez solo leche y huevos, pero parece que toda la población de tu ciudad está en la misma tienda que tú, y empiezas a impacientarte con las largas filas. Por supuesto, este es un escenario frustrante, especialmente cuando estás agotada por una larga semana de trabajo. Pero también es cierto que puede ser fácil ceder a nuestra molestia o incomodidad con la situación, ser paciente, sonreír a otro cliente que espera, o ser comprensivo con el cajero cuando se disculpa por las largas filas puede significar más para ellos de lo que crees.

En otra situación, digamos que tienes una gran amiga que está lidiando con algunos problemas en el trabajo, se siente abrumada con su vida familiar y no ha encontrado el tiempo para cuidar de sí misma. Tu amabilidad puede ser algo tan simple como verificar cómo va su día, enviarle un mensaje cálido deseándole una buena semana o estar allí para escucharla si necesita desahogarse sobre cualquier frustración o problema.

Recapitulemos: la bondad se expande cuanto más la compartimos, ser amable con otra persona puede mejorar nuestra propia salud psicológica y física, y ningún acto de bondad es demasiado pequeño. Ser amable es un acto simple pero beneficioso que a menudo podemos pasar por alto, así que esperamos que este artículo haya servido como un recordatorio de que solo un poco de cuidado y compasión puede marcar una gran diferencia.

References

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  • Dossey, L. (2021). Generosity and kindness in our pandemic era. Paradigm, 19.
  • Otake, K., Shimai, S., Tanaka-Matsumi, J., Otsui, K., & Fredrickson, B. L. (2006). Happy people become happier through kindness: A counting kindnesses intervention. Journal of happiness studies, 7(3), 361-375.
  • Verona, E., Murphy, B., & Bresin, K. (2018). Oxytocin-related single-nucleotide polymorphisms, family environment, and psychopathic traits. Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment, 9(6), 584.

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