¿Te crees superior a las demás?
Indaguemos un poco sobre el ego, sus beneficios y desventajas, y cómo contribuye a nuestro comportamiento.
En el lenguaje moderno, normalmente usamos la palabra “ego” para referirnos a la arrogancia, para describir a alguien llena de sí misma y desconsiderada con los demás. Como en: “¡Uf, tienen un ego tan grande! Creen que son mejores que todos los demás”. Sin embargo, en el mundo de la psicología y la filosofía oriental, significa cosas diferentes.
Desde una perspectiva psicológica, el ego se refiere al sentido de autoestima, auto importancia y valía personal de una persona. Es la percepción que tienes de ti misma, de tus habilidades y de tu lugar en el mundo. El concepto de ego a menudo se asocia con la psicología freudiana, que es una de las tres partes de la psique (junto con el ello y el superyó). En este contexto, el yo actúa como mediador entre los deseos primitivos del ello y las limitaciones sociales del superyó.
Desde una perspectiva espiritual, el ego es el sentido del “yo” que nos separa de todo lo demás. Puede verse como un sentido limitado de sí misma que enfatiza la separación y la individualidad. Es el conjunto de creencias, pensamientos y experiencias que dan forma a nuestra identidad individual.
¿Qué impulsa el ego?
Un aumento del ego es una mejora psicológica o emocional que refuerza tu autoestima o confianza. A menudo es el resultado de comentarios positivos, reconocimiento o logros que validan tu mérito o habilidades. Este impulso puede provenir de fuentes externas como cumplidos, elogios o logros, así como de factores internos como la autorreflexión y el crecimiento personal. Los aumentos del ego juegan un papel crucial en el mantenimiento de un sentido saludable de autoestima y motivación, alentandonos a luchar por el éxito y perseguir nuestras metas con confianza.
Sin embargo, un ego inflado puede conducir a la arrogancia, el narcisismo y el egocentrismo. Estos rasgos pueden dañar las relaciones, crear conflictos y obstaculizar el crecimiento. Además, un ego demasiado rígido puede hacer que nos resistamos a la retroalimentación, a las nuevas ideas y al crecimiento personal. Podemos ponernos a la defensiva y cerrarnos a las oportunidades de aprendizaje.
También puede causar problemas en las relaciones al contribuir a la falta de empatía. Cuando nuestro ego ocupa un lugar central, puede ser difícil ver las cosas desde la perspectiva de otra persona. Esto puede conducir a la insensibilidad, el egoísmo y la dificultad para comprender y responder a las necesidades de los demás. Además, el ego puede ponernos a la defensiva, impidiendonos escuchar y comprender verdaderamente a otros. También puede llevar a la necesidad de tener “razón” todo el tiempo, lo que dificulta la comunicación productiva y la colaboración.
¿Qué significa ser egocéntrica?
La palabra “egocéntrica” se usa para describir a alguien que está preocupada por sí misma y por sus propias necesidades. Tiene dificultad para comprender o considerar los pensamientos y sentimientos de alguien más. Estos son algunos rasgos que una mujer egocéntrica podría mostrar:
- Ensimismamiento: Las mujeres egocéntricas están preocupadas por sus propias necesidades, deseos y anhelos. Pueden tener dificultades para ver las cosas desde otro ángulo.
- Punto de vista limitado: Asumen que todos los demás piensan y sienten de la manera en que ellas lo hacen. Piensan poco o nada en las experiencias u opiniones del resto.
- Falta de consideración: Sus acciones y decisiones a menudo muestran que ellas son la prioridad, lo que podría conducir a ignorar el impacto que esto tiene en los demás.
- Auto elogio excesivo: Cuando hablan constantemente sobre sus logros, habilidades o posesiones de una manera que busca la validación o la admiración de quien está a su alrededor. Por ejemplo, pueden presumir de cuánto dinero ganan o de lo exitosas que son en su carrera.
- Negativa a admitir errores: Una mujer con un gran ego puede encontrar difícil admitir cuando está equivocada o disculparse por sus acciones. Puede justificar su comportamiento o culpar a otros en lugar de asumir la responsabilidad.
- Competitividad: Alguien con un ego fuerte siempre puede necesitar ser la mejor o necesitar ganar en todo lo que hace. Puede sentirse amenazada por el éxito de los demás y tratar de empañarlo de cualquier manera posible.
- Necesidad de atención constante: Algunas mujeres con un gran ego anhelan la atención y la validación de otras personas. Pueden buscar cumplidos, admiración o aprobación para aumentar su autoestima.
- Inseguridad enmascarada como arrogancia: A veces el ego puede ser un mecanismo de defensa para encubrir sentimientos de inseguridad o insuficiencia. Esta persona puede parecer arrogante o demasiado segura de sí misma para compensar sus dudas subyacentes.
- Demostración de superioridad o derecho: El ego puede conducir a un sentido de derecho, en el que ella cree que merece un trato especial, respeto o privilegios basados únicamente en su superioridad auto percibida.
Tipos de egocentrismo
- Egocentrismo emocional: Es cuando algunas tienen dificultades para reconocer, comprender o empatizar con las emociones de los demás. Pueden dar prioridad a sus propios sentimientos y necesidades sin considerar cómo sus acciones impactan emocionalmente a otros.
- Dificultad de comunicación: Se puede exhibir egocentrismo en la comunicación al centrarse únicamente en expresar sus propios pensamientos y opiniones, sin tener en cuenta las necesidades o intereses terceras partes. Por ejemplo, pueden dominar las conversaciones, interrumpir a los demás o no escuchar activamente.
- Dificultad para tomar perspectiva: Esta forma de egocentrismo implica desafíos para tomar la perspectiva de alguien mas o ver una situación desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, alguien puede tener dificultades para entender por qué otra persona se siente molesta por una situación que no le afectó personalmente.
En resumen, el ego es un aspecto complejo y multifacético de nuestra personalidad que desempeña un papel crucial en nuestro bienestar psicológico y nuestras interacciones con el mundo que nos rodea. Si bien un ego saludable es esencial para funcionar, un ego inflado o frágil puede provocar problemas. A través de prácticas como la meditación, la auto indagación y el dejar ir, podemos cultivar una relación más equilibrada con nuestro ego, reduciendo su impacto negativo y fomentando el crecimiento personal, la salud emocional y una conexión más profunda con nosotras mismas y con el mundo.
References
- Tarzian, M., Ndrio, M., & Fakoya, A. O. (2023). An introduction and brief overview of psychoanalysis. Cureus, 15(9).
- Williamson, J. (2011). The effects of ego threat and self-esteem boost on overall self-control ability [Doctoral dissertation, East Tennessee State University]. https://dc.etsu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2459&context=etd